Violeta Parra, deshojada
Escribe: Samuel Maldonado de
la Fuente
La vida
pública es un móvil muy poderoso, cuya ambición es una morbosidad descomunal.
Entre los escritores, la fama es el motor que mueve pasiones. Pero a veces, el
escudriñar en la historia personal de artistas que han trascendido por su
creatividad, asertividad y su mensaje, nos puede llevar en forma débil, a hablar en voz baja ante
el único interlocutor válido, una página
en blanco. Sin pecar de impertinente, descubrí en mi biblioteca un pequeño
libro de Luis de Góngora y Argote (1561-1627),autor
del siguiente poema:
“Por una negra señora
un negro galán doliente
negras lágrimas derrama
de un negro pecho que tiene.
Hablóla una negra noche,
y tan negra, que parece
que de su negra pasión
el negro luto le viene.
Lleva una negra guitarra,
negras las cuerdas que tiene,
negras también las clavijas,
pues negro es el que las tuerce.
«Negras pascuas me dé Dios,
si más negros no me tienen
los negros amores tuyos
que el negro color de allende.
»Un negro favor te pido,
si negros favores vendes,
y si con negros favores
un negro pagarse debe.»
La negra señora entonces,
entufada del negrete,
con estas negras razones
al galán negro entristece:
«Vaya muy en hora negra
el negro que tal pretende,
que para galanes negros
se hicieron negros desdenes.»
El negro señor entonces,
no queriendo ennegrecerse
más de lo negro, quitóse
el negro sombrero y fuese.
un negro galán doliente
negras lágrimas derrama
de un negro pecho que tiene.
Hablóla una negra noche,
y tan negra, que parece
que de su negra pasión
el negro luto le viene.
Lleva una negra guitarra,
negras las cuerdas que tiene,
negras también las clavijas,
pues negro es el que las tuerce.
«Negras pascuas me dé Dios,
si más negros no me tienen
los negros amores tuyos
que el negro color de allende.
»Un negro favor te pido,
si negros favores vendes,
y si con negros favores
un negro pagarse debe.»
La negra señora entonces,
entufada del negrete,
con estas negras razones
al galán negro entristece:
«Vaya muy en hora negra
el negro que tal pretende,
que para galanes negros
se hicieron negros desdenes.»
El negro señor entonces,
no queriendo ennegrecerse
más de lo negro, quitóse
el negro sombrero y fuese.
Bueno, esta curiosa creación posee una
similitud con “Casamiento de Negros” de Violeta Parra nacida en San Carlos,
Chillán, hija de un profesor de música en una numerosa estirpe de artistas y
músicos, nueve en total. Pero es menester decir que su procedencia de la
ruralidad de principios del siglo XX, le otorgó la intensidad poética de la naturaleza
humana y social; de los personajes, el universalismo rural; el pueblo como una
estampa de soledad, un arte que la incita a rescatar el sentimiento y el alma
de lo evocativo. Violeta siente el impulso natural que mueve a todo artista, “vocación
social” que comparten todos los poetas en sus obras como líneas de dolor, de angustia, líneas de fe, evocaciones de versos. En sus líneas y acordes, deambulan los cerros, las nubes,
la luna y personajes del pueblo, que emergen con magia a través de la evocación.
La poesía de Ruiz de Góngora,
seguramente fue plagiada por Violeta, así como lo han hecho Neruda y muchos
poetas actuales, pero en ella tiene un doble mérito, ya que con las limitaciones de la época,
avanza a pasos agigantados por el sendero creativo de la música. Así, encuentra
una potente motivación que proviene de su hermano Nicanor Parra, el que le
indica como cavar en la tierra de la ruralidad para extraer su esencia
primitiva. No me cabe la menor duda, que haber plagiado a Ruiz de Góngora,
demuestra la inquietud intelectual de cultivarse para desarrollar un mensaje
social, acorde con su personalidad soñadora.
Su voz trae desenfreno como un río que nace en el
techo del mundo y muere en la tarde esparciendo sangre en el cielo, un río que
amanece en celo con la niebla, vivencias de un pueblo construido en la siesta matutina, cerros con su elegía de brumas, los hombres oscuros estampados en los caminos rurales, silencio de caseríos abandonados o la tierra de nunca jamás.
Cuando en 1952 invade esa ruralidad, extrayendo las
tonalidades del pueblo, con sus acordes, la naturaleza del canto popular
recorriendo esta extensa y diversa tierra, plagada de rincones ocultos por la
aristocracia dominante, abre una puerta al Chile auténtico y natural, tal vez
aborigen, mestizo, colonial, multifacético y pobre. Encuentra restricciones en
el sendero, calles polvorientas, chozas misérrimas, limites que le llevan a
asumir una lucha inclaudicable, que le hacen sucumbir.
Allí se forja la Violeta Parra real, generosa, creativa,
combativa, universal. Pinta, borda, no hay arte que se le resista, compone
música, se eleva, se relaciona y viaja por el mundo, ha conquistado el
universo. Del 52 a la década del sesenta, viaja y crea maravillas, el mundo le
abre las puertas, Europa se rinde a sus pies. Es observada por grandes la
música del siglo XX, le reconocen su mensaje. Su viaje a Suiza el 52, le abre
puertas a la universalidad, pero retorna a su Chile amado, donde desarrolla
toda su creatividad musical, en especial en la Peña de Los Parras,
en la calle Carmen 340 en Santiago, en una carpa; graba discos de música
instrumental. “Viaja a Bolivia en 1966, ofrece conciertos en regiones del sur
de Chile, continúa grabando acompañada de sus hijos. Regresa a Santiago para
continuar su trabajo en La Carpa, escribiendo allí sus últimas canciones...”
Es Violeta del Carmen Parra Sandoval que sirve de inspiración a muchos
artistas, es admirada, pero también envidiada y algunos de sus congéneres le
toman distancia.
Existe controversia sobre su lugar de nacimiento, (San Fabián de Alico o en San Carlos, en octubre de 1917 ) debido a subdivisiones políticas y
administrativas que sufrieron cambios. Se adjudica como «la cuna de Violeta
Parra»la casa ubicada en la calle El Roble N°535-531 fue declarada monumento
histórico en 1992. En 1938 se casa con un empleado ferroviario de apellido Cereceda con el que tiene a sus hijos Angel e Isabel. El 49
nace Carmen Luisa Arce Parra, hija que tuvo con Luis Arce y posteriormente nace
Rosita Clara en 1952. Estos hechos anecdóticos son parte de una infinidad de información que ya todos conocen.
El desenlace
Violeta empieza a percibir la incomprensión de sus
coetáneos, de sus congéneres músicos, del público de la época en que se
desarrolla la inspiración. La carpa estaba instalada en la comuna de La Reina,con el plan de
convertirla en centro de la cultura
folclórica, referente que no tiene una respuesta motivadora. La soledad de las
presentaciones, la ausencia de público, la lleva a cuestionarse, a irritarse
con facilidad y desalentarse definitivamente.
Patricio Manns reveló un hecho importante en el
desenlace suicida de Violeta. Unos tres días antes, se reúnen un grupo de
músicos que iniciarían una gira al sur del país, por lo que percibirían una
importante suma de recursos, entre ellos, Rolando Alarcón, Víctor Jara, Patricio Manns y otros.
A la reunión llega Violeta Parra un poco alterada y pide a los presentes su
apoyo para salvar la Carpa de la Reina. Se discute mucho, Manns accede a
traspasar su parte a Violeta, el resto de los asistentes le increpan que no es
problema de ellos y que Patricio Manns no debe ceder su parte a ella porque a
todos les cuesta lo mismo. Indignada la artista, con fuertes epítetos groseros,
en rigor les profiere maldiciones. Esto y el término de su relación con Gilbert
Favre quien se marcho a Bolivia en 1966, detonaron el final de Violeta que se
suicidó el 5 de febrero de 1967, a los 49 años de vida.
A Este personaje le dedicó la canción: “RunRun se fue pa´l norte”-
Todos sabemos que existen muchos mitos en torno a
su vida, pero no podemos negar que nos queda la sensación que vivió
intensamente, cuyo sueño no cumplió en vida, pero que hoy es un referente de la
música folklórica nacional. Sus amores fueron pasionales, los cuales no pudo
retener, lo único que realmente fue suyo, es la música generosa que creo y lego
al las generaciones actuales.
Fotos: publicadas de Internet
No hay comentarios.:
Publicar un comentario