martes, 31 de mayo de 2016

ALEJANDRO GUTIERREZ, POETA DE RAUCO

ALEJANDRO GUTIERREZ, 
EL PESCADOR DE ESTRELLAS
por Samuel Maldonado de la Fuente

·






El poeta nació en Rauco, el mismo lugar donde viera la vida otro poeta famoso, Carlos René Correa.


Alejandro Gutiérrez Martínez (1908 - 1934)



RaucoHijo de don Teófilo Gutiérrez y de doña Marina Martínez, destacados vecinos de la localidad, Gutiérrez hizo sus estudios en la Escuela Normal de Preceptores que dirigió el profesor don Manuel Sepúlveda y posteriormente viaja a Quillota a finalizar sus estudios, de esta manera se dedicó al magisterio.Su padre, don Teófilo Gutiérrez fue Alcalde de Rauco por lo que gozaba de gran prestigio entre los habitantes de este pueblo, pero a su vez esta posición le provocaba un orgullo desmesurado y no soportaba que su hijo hubiera optado por ser maestro de escuela y menos, dedicarse a la poesía. Este acontecimiento provocó la ruptura entre ambos, que los distanció para siempre, aun después de la muerte de Alejandro, ya que no quiso recuperar su cuerpo para ser enterrado en Rauco, en cambio, quedó en una fosa común en Selva Oscura, en Concepción.Las diferencias familiares de Alejandro Gutiérrez son manifiestas y las expresa en su propia poesía, como en el poema :


L A H E R M A N A H O S T I L


Yo vengo dolido y traigo roto el gesto;

hermana, no pongas el rostro agrio.

Vive en mi un amargado sin esperanzas.

Yo vengo harto de vagancia y penas.

Traigo curvada la espalda con mi actitud inútil.

Si no quieres bien, hermana,

no pongas la mirada dura.

Es verdad, soy un lobo de mar ebrio de viajes

amador del crepúsculo.

Yo inventé los crepúsculos para recrear a mi novia.

Es en vano tu signo de hostilidad, hermana,

en esta vieja casa el recuerdo de mi madre

me abre los brazos en señal de refugio

.………………………………

Vengo cargado de crepúsculos nostálgicos

y traigo en mis ojos, en tempestad,

todos los mares del mundo.

Mi risa es sólo un eco de viaje,

la huella de un vuelo que inició mi niñez.

No te enojes, hermana,

ya que la madre ha muerto

yo seré en esta casa, en esta antigua casa nuestra

algo así como un recuerdo que te pasa

o un mueble roto, viudo de entusiasmo.


Desde muy joven se sintió atraído por la poesía y es así como a los 18 años, fue poeta laureado en las fiestas primaverales de 1926, con su canto " A la Primavera y a la Juventud."Su poesía empieza ser publicada con frecuencia en diarios de la época, como “La Prensa”, publica en “La Idea” que era un diario político y anti -religioso de 1924, donde empieza a plasmarse las inclinaciones del poeta a los 16 años. Aparece también en “El Liberal”, donde lo envían unos amigos y le produce gran malestar, posteriormente “El Comercial”, con don Gabriel Leyton Barros, le da amplia cobertura con fotos destacadas, aquí se hace amigo del poeta Leonidas Rubio González.


Viaja Quillota por motivos de estudios y enviado por su padre con la intención de alejarlo de la literatura y de los “poetas ociosos”, como sostenía su progenitor. La consecuencia fue contraria, porque vería acentuada su condición de poeta, al conocer a otro vate, Luis Enrique Délano, quien fue su gran amigo de tantas tertulias y bohemia. Viajan a Valparaíso donde conocen a otros escritores que les invitan a publicar y su primer libro es editado en 1926. "El Pescador de Estrellas" sale a la luz en colaboración con Luis Enrique Délano, en la ciudad de Quillota, con ilustracionesd de Norah Borges, Pachín Bustamante y Vargas Rozas, edición de la que tengo un faccímil. Se reunía bebiendo y comiendo prietas en el restorán "El Jote", en medio de poetas, todos jóvenes, donde figuraban Tomás Lago, Rosamel del Valle, Humberto Díaz Casanueva, Homero y Fenelón Arce, Gerardo Seguel y Alejandro Gutiérrez, cómplice de Luis Enrique Délano.


Pero su creación es mucho más amplia. En ella nos muestra su desenfrenada tristeza, un profundo pesar de soledad y retraimiento. Es el poeta angustiado y sin horizontes. Hasta el amor le es esquivo. Amó a una mujer casada y a ella le dedicó innumerables versos. A modo de evasión, su lírica se trasvasija a cantos viajeros. Alejandro Gutiérrez fue el poeta de mares lejanos. En su libro " Atlas Romántico", que gentilmente ha llegado a mis manos como una primicia y que permanece inédito, manifiesta su profunda reflexión viajera.Junto a su gran amigo, Luis Enrique Délano, deambularon por las polvorientas calles de Curicó y Rauco, las que describe con gran visión, en su llegada a la estación de Curicó y su viaje a pie hasta Rauco.Todos sus poemas hablan del mar, de otras tierras, de viajes pendientes y en 1928, a los 20 años escribía el poema "Resaca" canta desde esta perspectiva:


“Mi vida es algo así

como un lanchón inútil...

Hoy sólo me queda

mi vieja pipa llena de gritos

en donde a veces fumo apuñados los recuerdos.”


En un poeta tan joven, descubrimos un lírico indiscutible. Es por eso, que me he dado a la tarea de rescatarlo del olvido, de su viaje infinito, lugar del cual nos debe traer un cúmulo de sensaciones estremecidas. Poco antes de morir, como una ironía del destino, envió al Diario "El Comercial", sus últimos poemas, los que son una despedida estremecedora.


Se han abierto de nuevo

mis ansias viajeras;

se ha clavado otra vez

en mi vida el afán de viajar.

Yo prolongo esta raza,

mi raza viajera,

que me nutre de ensueños

y me empuja a partir.

Soy viajero incurable,

viajar es mi afán

Pero un día cercano

haré el viaje sin vuelta.

En mi puerto ruinoso

la muerte anclará;

y en su barco de velas

y mástiles negros

con su acento funesto, me dirá,

adiós marinero.


Y viajó a la eternidad desde Selva Oscura, Concepción en 1934, donde yace en total abandono su memoria, la que compartió con su amigo Luis Enrique Délano, Premio Nacional de Literatura. Y cuando se iniciaban en la poesia, Alejandro era seguido por su amigo Délano.


"Amo los viajes, porque

yo los he creado

para distraer mi pena inútil"....


Ese año de 1934, fue la tragedia de Ranquil. Donde muchos izquierdistas intentaron una revuelta que finalizó con la muerte masiva de indígenas, campesinos y habitantes de la zona. Alejandro Gutiérrez, profesor y poeta, encuentra la muerte en SELVA OSCURA. El parte policial dirá que falleció junto a un mañío, pero con una bala en su boca. ¿ Qué le sucedió realmente?


A la edad de 26 años en Concepción, se habla del suicidio. Alejandro Gutiérrez Martínez, yace en una fosa común del lugar y se ha extraviado con el tiempo. La incógnita de su desaparición se mantiene hasta nuestros días y más aún con las investigaciones que he realizado entre sus familiares y antiguos vecinos de Rauco. Nadie sabe lo que sucedió, tampoco se recuperaron sus restos, sus libros, su material de trabajo y su legado poético.


Efraín Szmulewicz lo cita en su libro "Diccionario de la Literatura Chilena", donde lamenta la pérdida de tan excelente talento. Igualmente el Catedrático, escritor y poeta Matías Rafide, hace breve reseña en su antología " Poetas de la región del Maule" y expresa que debe recogerse; testimonio poético de quien nos abandonara en plena juventud. Así son los innumerables antologistas que citan a este poeta de Rauco.
Casa donde vivió el poeta, hijo del Alcalde Teófilo Gutiérrez, en la foto su sobrino Raul Gutiérrez

Desde muy joven se sintió atraído por la poesía y es así, como a los 18 años fue poeta laureado en las fiestas primaverales de 1926 con su canto " A la Primavera y la Juventud" donde canta:


"Ah, Tierra mía, tierra ardiente

que el sol fecunda con sus rayos.

Ya se percibe tu simiente,

ya deja vislumbrar su tallo,

Ah, Tierra mía, tierra ardiente."


Es Alejandro Gutiérrez junto a Carlos René Correa los únicos poetas de relieve que Rauco ha dado.


"Amo los viajes

porque yo los he creado

para distraer mi pena inútil".


Su último viaje fue en Selva Oscura donde yacen sus restos en total abandono en el muelle del olvido.


Existen tres teorías sobre su muerte.

Primero que comentarios de la época dijeron que se había suicidado de un tiro en la boca, que profesaba la ideología socialista y fallece justo durante la revuelta de Ranquil, ¿No lo habrán asesinado?. Dos, que mantenía una psicosis viajera lo que lo impulsó a probar, ¿Qué había más allá de la muerte?, esto se desprende de sus últimos poemas, en especial "METEMPSICOSIS" poema que significa trasmigración a otros cuerpos y que envió a los medios de comunicación de la época, antes de suicidarse. Tres, que ante la muerte del Profesor Anabalón Aedo en el Puerto de Valparaíso, por el régimen de Ibáñez, no soportó la muerte de su gran amigo y maestro.

Fotos: originales del Autor del texto Samuel Maldonado de la Fuente
Obra:

1. “El Pescador de Estrellas” 1926 (Poemas) En Colaboración con Luis Enrique Délano.

2. “Atlas Romántico” 1932 ( Poemas) inédito.

viernes, 20 de mayo de 2016

POETAS PERDIDOS EN EL TIEMPO

LUIS ESPINOZA ALIAGA Y BALBINO CASTILLO GUZMÁN

Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente


Buscando en antiguos textos, tal vez olvidados por el ajetreo mundano y nuevas tecnologías para las comunicaciones, encontré estos autores, de los que se posee poca información.

Luis Espinoza Aliaga, supuestamente nacido en 1900, vivía en Santiago y escribió el libro "Carne de Ensueño", 1941, (poemas) y prólogo de Julio H. Iglesias M., Editorial de la Beneficencia Escolar, de calle Lira 20.  Carlos René Correa publica una crítica al libro del autor en el Diario Ilustrado el 05 de octubre de 1941, como consigna Memoria Chilena de la DIBAM.










Otro poeta perdido en el tiempo, es Balbino Castillo Guzmán, de Linares, que publica  "Cantares de Linares" (poemas) Editado  en los Talleres gráficos del  Diario el Heraldo de Linares, en Agosto de 1961. El poeta Manuel Francisco Mesa Seco le dedica un poema.



Este texto es para refrescar nuestra memoria literaria.


miércoles, 18 de mayo de 2016

CLAUDIO MALDONADO UN OBSERVADOR IMPENITENTE

SE ME PUSO LA PIEL DE GALLINA…
Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente

Hace muchos años que conozco a este pollito llamado Claudio Maldonado y es como si fuera de siempre y por coincidencia de apellido, estamos echando a la olla los mismos condimentos. Recuerdo allá por Agosto de 1996, cuando aparecía en el Diario La Prensa de Curicó, como una promesa literaria, época en que, de la poesía desemboca en la narrativa con el cuento “epitafio”.
Ya cursaba el segundo año de Pedagogía en castellano en la Universidad de la Frontera, mientras escribía los cuentos “cacatástrofe” y “El aguafiesta”.

Hoy llega nuevamente a esta tierra de los Gilbertos Sanger,( personaje creado por este autor) donde en verdad deja de manifiesto sus observaciones acidas e irónicas sobre aspecto sociológicos de nuestras oscuras pasiones. Dice sobre el personaje Gilberto Sanger; “que es un arquetipo del escritor cincuentón de provincia, que funda mesas regionales o comunales de literatura y que está al lado de gente que escribe muy mal y piensan que escriben muy bien, que publica y publica libros. La particularidad es que este tipo se da cuenta y asume que ha escrito una mierda y decide en ese momento, hacer algo por la literatura que sobrepase la mediocridad”

Era necesario dar a conocer esto, para adentrarnos en las propuestas estéticas y sociológicas de este escritor.
Jean Cassou, en su sociología del arte, asegura que la literatura debe  actuar en función social, es decir que nuestra observación va más allá de la materia, sino de nuestra proposición humana.

PIEL DE GALLINA

Nos hemos recluido hoy en esta sala, como pollos en busca del alpiste, nutriente que proviene del libro que hoy Claudio nos regala gentilmente, aunque no se olviden que está a la venta.
El libro procede de los soterrados sentimientos que hemos heredado del quiebre emocional, que el Golpe de Estado que dejo varias generaciones truncas. El libro está narrado en primera personay el autor está inmerso como actor, protagonista, emocionalmente, donde desarrolla una narración en el absurdo y la ironía, esto ya me recuerda a Inonesco. El principal personaje es un profesor, Lizardo Mergarejo en trance mental, en un colegio de Aplicación Avícola, donde los alumnos son pollos. La obra es polluna y es como un poblado en sentido simbólico, desde donde emerge la crítica social. En un pasaje recuerda a  ”Saludino Espinoza, un personaje real  que representa un pasado oscuro, al que llama maricón sonriente”. ¿Cuándo de ellos hay en la realidad cotidiana?.Un sinnúmero de personajes y situaciones a los cuales les busca justificación humorística e irónica. El libro es una propuesta seria. Es el macondo que todos hemos vivido en algún colegio o institución. Para construir esta novela, que no se las puedo contar por razones obvias, recurre a elementos punzantes, pero no menos reales. Me pregunto: ¿Cuántas veces  habrá acompañado el autor a sus propias víctimas? Ya que el trasfondo es muy potente socialmente, que basada realismo mágico o fantástico, usa la ironía como principal fuente de comunicación.

La ironía es un arma poderosa. Con ella, se desinflan los globos de la fatuidad y su concomitancia, la tontera grave. La vida está conformada de tal manera que las situaciones traumantizante, se deslizan por la pluma del escritor ávido de recomponer la realidad.

Las líneas desprendidas de sus observaciones, parecen sopladas al oído, como para reírnos a hurtadillas. Es como una copucha intelectual. Evidentemente, no identifica, lanza dardos al azar.
Claudio Maldonado: “Es hombre de convicciones profundas, pero no fáciles. Cuando se  carece de convicciones, lo humorístico queda en lo chistoso, en lo festivo. El Quijote es un libro humorístico, pero no cómico. De allí que para el lector avezado, acuse gran tristeza. El humorismo es en esencia una actitud vital, que muchos confunden bajo el manto jubiloso de la risa. Lo festivo, lo cómico, es una gracia para hacer reír. Lo humorístico, es una es una gracia para pensar.  Y aunque parezca redundancia, cuando el hombre piensa, descubre la seriedad; y el superar esta seriedad, llega al humorismo, que es una seriedad  profunda. El humorista analiza la vida y todo análisis es una petición de principio a la esperanza.

Lo que sale de la pluma de Claudio Maldonado  es de una generosidad observativa, libre de sensiblerías y vanos temores. Abomina de las mezquinas hipocresías y  de los escrúpulos fingidos.
Claudio, nos sugiere una actitud de fina ironía y aguda. Es un gesto de denuncia dirigida al antihumanismo de actitudes pueriles y destinadas a llamar la atención con desprecio de todo avasallamiento y ostentación.
 Distinguir entre una actitud y otra es nuestra misión y ambas están en el libro “PIEL DE GALLINA”.

En  sus mordaces observaciones, hay  una profunda rebelión moral y por eso es capaz de reproducir la imagen de lo que le impresiona. Entonces, su estética es lejos de una calidad literaria, un provocador óptico que compacta actitudes, para transformar al lector.

Es evidente que muchos personajes convivieron  con él y quizás el mismo este inmerso en ellos, tal vez nos diga: Confieso que he sido pollo y ya estoy  pensando en la jubilación. Debo agregar que esta novela, “me puso la piel de gallina”….

VIOLETA UNA GENIALIDAD PERMANENTE

Violeta Parra, deshojada

        Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente   

 

 

 La vida pública es un móvil muy poderoso, cuya ambición es una morbosidad descomunal. Entre los escritores, la fama es el motor que mueve pasiones. Pero a veces, el escudriñar en la historia personal de artistas que han trascendido por su creatividad, asertividad y su mensaje, nos puede llevar  en forma débil, a hablar en voz baja ante el  único interlocutor válido, una página en blanco. Sin pecar de impertinente, descubrí en mi biblioteca un pequeño libro de Luis de Góngora y Argote (1561-1627),autor del siguiente poema:


“Por una negra señora
un negro galán doliente
negras lágrimas derrama
de un negro pecho que tiene.

Hablóla una negra noche,
y tan negra, que parece
que de su negra pasión
el negro luto le viene.

Lleva una negra guitarra,
negras las cuerdas que tiene,
negras también las clavijas,
pues negro es el que las tuerce.

«Negras pascuas me dé Dios,
si más negros no me tienen
los negros amores tuyos
que el negro color de allende.

»Un negro favor te pido,
si negros favores vendes,
y si con negros favores
un negro pagarse debe.»

La negra señora entonces,
entufada del negrete,
con estas negras razones
al galán negro entristece:

«Vaya muy en hora negra
el negro que tal pretende,
que para galanes negros
se hicieron negros desdenes.»

El negro señor entonces,
no queriendo ennegrecerse
más de lo negro, quitóse
el negro sombrero y fuese.

Bueno, esta curiosa creación posee una similitud con “Casamiento de Negros” de Violeta Parra nacida en San Carlos, Chillán, hija de un profesor de música en una numerosa estirpe de artistas y músicos, nueve en total. Pero es menester decir que su procedencia de la ruralidad de principios del siglo XX, le otorgó la intensidad poética de la naturaleza humana y social; de los personajes, el universalismo rural; el pueblo como una estampa de soledad, un arte que la incita a rescatar el sentimiento y el alma de lo evocativo. Violeta siente el impulso natural que mueve a todo artista, “vocación social” que comparten todos los poetas en sus obras como líneas de dolor, de angustia, líneas de fe, evocaciones de versos. En sus líneas y acordes, deambulan los cerros, las nubes,  la luna y personajes del pueblo, que emergen con  magia a través de la evocación.
La poesía de Ruiz de Góngora, seguramente fue plagiada por Violeta, así como lo han hecho Neruda y muchos poetas actuales, pero en ella tiene un doble mérito,  ya que con las limitaciones de la época, avanza a pasos agigantados por el sendero creativo de la música. Así, encuentra una potente motivación que proviene de su hermano Nicanor Parra, el que le indica como cavar en la tierra de la ruralidad para extraer su esencia primitiva. No me cabe la menor duda, que haber plagiado a Ruiz de Góngora, demuestra la inquietud intelectual de cultivarse para desarrollar un mensaje social, acorde con su personalidad soñadora.
Su voz trae desenfreno como un río que nace en el techo del mundo y muere en la tarde esparciendo sangre en el cielo, un río que amanece en celo con la niebla, vivencias de un pueblo construido en la siesta matutina,  cerros con su elegía de brumas, los hombres oscuros estampados en los caminos rurales, silencio de caseríos abandonados o la tierra de nunca jamás. 
Cuando en 1952 invade esa ruralidad, extrayendo las tonalidades del pueblo, con sus acordes, la naturaleza del canto popular recorriendo esta extensa y diversa tierra, plagada de rincones ocultos por la aristocracia dominante, abre una puerta al Chile auténtico y natural, tal vez aborigen, mestizo, colonial, multifacético y pobre. Encuentra restricciones en el sendero, calles polvorientas, chozas misérrimas, limites que le llevan a asumir una lucha inclaudicable, que le hacen sucumbir.
Allí se forja la Violeta Parra real, generosa, creativa, combativa, universal. Pinta, borda, no hay arte que se le resista, compone música, se eleva, se relaciona y viaja por el mundo, ha conquistado el universo. Del 52 a la década del sesenta, viaja y crea maravillas, el mundo le abre las puertas, Europa se rinde a sus pies. Es observada por grandes la música del siglo XX, le reconocen su mensaje. Su viaje a Suiza el 52, le abre puertas a la universalidad, pero retorna a su Chile amado, donde desarrolla toda su creatividad musical, en especial en la Peña de Los Parras, en la calle Carmen 340 en Santiago, en una carpa; graba discos de música instrumental. “Viaja a Bolivia en 1966, ofrece conciertos en regiones del sur de Chile, continúa grabando acompañada de sus hijos. Regresa a Santiago para continuar su trabajo en La Carpa, escribiendo allí sus últimas canciones...”

Es Violeta del Carmen Parra Sandoval que sirve de inspiración a muchos artistas, es admirada, pero también envidiada y algunos de sus congéneres le toman distancia.
Existe controversia sobre su lugar de nacimiento, (San Fabián de Alico o en San Carlos, en octubre de 1917 ) debido a subdivisiones políticas y administrativas que sufrieron cambios. Se adjudica como «la cuna de Violeta Parra»la casa ubicada en la calle El Roble N°535-531 fue declarada monumento histórico en 1992. En 1938 se casa con un empleado ferroviario de apellido Cereceda con el que tiene a sus hijos Angel e Isabel. El 49 nace Carmen Luisa Arce Parra, hija que tuvo con Luis Arce y posteriormente nace Rosita Clara en 1952. Estos hechos anecdóticos son parte de una infinidad  de información que ya todos conocen.

El desenlace
Violeta  empieza a percibir la incomprensión de sus coetáneos, de sus congéneres músicos, del público de la época en que se desarrolla la inspiración. La carpa estaba instalada en la comuna de La Reina,con el plan de convertirla en centro de la  cultura folclórica, referente que no tiene una respuesta motivadora. La soledad de las presentaciones, la ausencia de público, la lleva a cuestionarse, a irritarse con facilidad y desalentarse definitivamente.
Patricio Manns reveló un hecho importante en el desenlace suicida de Violeta. Unos tres días antes, se reúnen un grupo de músicos que iniciarían una gira al sur del país, por lo que percibirían una importante suma de recursos, entre ellosRolando Alarcón,  Víctor JaraPatricio Manns y otros. A la reunión llega Violeta Parra un poco alterada y pide a los presentes su apoyo para salvar la Carpa de la Reina. Se discute mucho, Manns accede a traspasar su parte a Violeta, el resto de los asistentes le increpan que no es problema de ellos y que Patricio Manns no debe ceder su parte a ella porque a todos les cuesta lo mismo. Indignada la artista, con fuertes epítetos groseros, en rigor les profiere maldiciones. Esto y el término de su relación con Gilbert Favre quien se marcho a Bolivia en 1966, detonaron el final de Violeta que se suicidó el 5 de febrero de 1967, a los 49 años de vida. A Este personaje le dedicó la canción: “RunRun se fue pa´l norte”-

Todos sabemos que existen muchos mitos en torno a su vida, pero no podemos negar que nos queda la sensación que vivió intensamente, cuyo sueño no cumplió en vida, pero que hoy es un referente de la música folklórica nacional. Sus amores fueron pasionales, los cuales no pudo retener, lo único que realmente fue suyo, es la música generosa que creo y lego al las generaciones actuales.

Fotos: publicadas de Internet

jueves, 12 de mayo de 2016

ALEJANDRO LAVIN, POETA Y ALFARERO

LA VOZ DEL SILENCIO, ALEJANDRO LAVIN.

Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente


“Tierra cocida, piedra o palabras”, ,
“encabezan un triunvirato cuyas voces  provienen del silencio”.
“Se me ha ocurrido presentar estos materiales diversos
a fin de extraerles su lenguaje interno; es decir,
develar con sudor su contenido estético”. 
Alejandro Lavín



Llegó Alejandro Lavín, como siempre, vital, señorial, místico, sugerente al   Centro de Extensión Pedro Olmos de la Universidad de Talca, el 12 de Abril de 2012. Traía bajo el brazo, su último libro: “El Pez de Piedra”. La sala estaba en silencio, parecía presagiarse algo, la atención se centró en sus poemas, una nutrida concurrencia tuvo la gran oportunidad, la última, de escuchar la voz del poeta.  El poeta Fallece el 25 de abril de 2012, a los 75 años de edad.
Lavín, el poeta artesano, dejaba entrever la sutileza de sus secretos, de sus modelados, de las arcillas vivientes en su mente, de la cochura con que había modelado las palabras en sus últimos versos, allí moría el secreto del artesano, al atardecer terracota del Maule. Ese día estaba modelando sus último adiós, nadie esperaba tan pronta partida a un oriente de terracota, donde el gran hacedor le estará encargando nuevas figuras para las nubes del atardecer.
EL ALFARERO
El poeta, vino al mundo  en la lejana Nueva Imperial, en 1937 y se radicó en Vilches Altos y capacitándose en cerámica a través del Departamento de Extensión de la Universidad de Talca. Fue miembro de la Primera Sociedad de Escritores de la región  En 1970 inicia su inquietud literaria, cuando compone su primer cuaderno de poesía “Los Gallos Suburbanos”.
Debemos decir, que hay una descripción:  "El alfarero moldea la arcilla para darle las más variadas formas, sea  increíbles  vasijas, platos, jarras, figuras etc. Un alfarero piensa, ama y sueña su diseño, lo visualiza...lo ama más...se apasiona y finalmente toma la decisión total de realizar su proyecto que ama porque siente que salió de su imaginación..
El alfarero prepara el molde, lo hace girar y con sus manos le da la forma que más ama, esto le deja la impresión de ese primer sentimiento".

Alejandro Lavín, perteneció a aquellos iluminados, que atraen la mirada de los profanos, es decir, era un iniciado en el campo de la creación. La percepción  de sus facultades artísticas, la sensibilidad amatoria con que concebía las formas, quedaban de manifiesto al cubrir la arcilla con un paño para que no se oxidara, buscaba la pureza de las formas. El mundo amatorio de Lavín, no podía ser otro lugar que el entorno de  Vilches Alto, donde se radicó, allá en las lejanías del silencio, donde los árboles conversan entre sí y comentaban con otros árboles,  los nuevos  visitantes de terracota emergían de las sutiles manos del artista del artesano, alfarero.

Cohabitaba con las aves del amanecer, con el fuego impenitente que cocía sus moldes, con las palabras que urdían su entorno, el esmeril, la fragua, las estrellas de fuego ( Chispas), la bigornia, la greda, la niebla, el silencio, el monte, las aves. Todo un sentido simbólico en un mundo  lárico.

El poeta dice:”dedicó el trabajo al gran río de las nieblas. Tierra de espléndidas alúminas volcánicas y de poetas no menos iridiscentes, sean  mis afanes un homenaje al paterno río Maule y al gran volcán Descabezado”.


Poesía Reunida

 “Poesía Reunida” es un conjunto de poemas, pertenecientes toda su creación anterior, que recopila Ediciones Inubicalista, de Felipe Moncada. El tono simbolista del entorno lárico de algunos poemas, se combina con el habitat natural,  de personajes y sueños, por citar algunos, con lo que circundan sus ojos, la arcilla, las figuras, la naturaleza, las aves, elementos que combina con sus conocimientos literarios. Desde sus inicio, ya sabemos a qué atenernos, porque precisamente, se genera un temple y una sensibilidad, que es lo esencial, el común denominador que atraviesa este libro antológico.

Sin puntuaciones o divisiones, “Poesía Reunida” está estructurado por poemas ajustados a la sensibilidad del autor, crea una atmósfera  intensa, en  que predominan poemas sugerentes, reflexivos y naturales.  Hay  versos que responden a un ritmo más personal, no dejando de lado, eso sí, el precepto de  una suave musicalidad en sordina en correspondencia a su contenido.

En resumen, un poemario en que se despliega a buen oído, el oficio y rigor en el gobierno de su arte de alfarero y una sensibilidad que oscila con originalidad y lucidez entre lo cotidiano y doméstico, por un lado  y la historia, las referencias personales y su ojo de buen oteador de almas. No dejo de lado su manifiesta preocupación filosófica y de lectura de grandes de la literatura mundial, propio de un creador conocedor.

Es el libro un compendio  de oficio con vigor  sugestivo, donde se encuentran resumidas todas sus creaciones,  inclusive algunos inéditos poemas. Quedan impresos sus versos rotundos, retinianos y ascensionales versos donde une experiencia y lecturas poética, un mundo donde existió y habitaron sus sueños, entre las enredadera de los días naturales y fecundos.
El ha partido y como afirmó: ¡es la mejor cochadura, todas las piezas están perfectas, ninguna se ha roto¡”. Este es el libro con la genialidad del alfarero que ha trabajado con esmero el hogar donde ha macerado su obra.

Alejandro Lavín poseía su propia aldea, donde la memoria se detiene en el tiempo, llamase Vilches, Romeral, o Los Hualles en Linares; La vocación social la comparte como líneas de pan, de amor, líneas de fe, nostalgia de un artesano que cabalga en sus versos y evocaciones como una cicatriz en el alma. Las cadencias de esta poesía, deambula entre los cerros, las nubes,  la luna, los fuegos del atardecer y los personajes de la aldea, que emergen con  magia a través de la palabra.

Su voz retrotrae voces de nostalgia desenfrenada, es el Alto de Vilches que está en silencio, serpenteando al Enladrillado en sus versos, el río que amanece en velo, la vivencias de un pueblo construido en el agua, los cerros con su elegía de brumas, los hombres estampando en el espíritu del atardecer, hay silencio en sus caseríos, es Vilches o la tierra de nunca jamás. El alfarero ha partido, el silencio se ha apoderado de la palabra y del fuego, que crepita sin sonido al final de la tarde.

La intensidad poética radica en la naturaleza de sus personajes, el universalismo rural; el pueblo como una estampa de soledad. Es el arte que rescata el sentimiento y el alma de lo que siempre añoraremos.


Una tarde de Otoño, como hoy, por un sendero polvoriento que conduce hasta una colina donde los árboles musitan con las aves, esa imagen de álamo esbelto, con su boina asturiana, con la pálida estampa del descabezado encanecido, invade el silencio y el olvido en la serranía. Aun se escuchara su voz tronando en el río,  en el aire montañés, con su figura que aun pernocta  la orilla del fogón, para dar vida a nuevas figuras de greda, que algún día durmieron en sus sueños más remotos. Por cada alfarero que surja, su alma rondará por ahí. 

domingo, 1 de mayo de 2016

MEDICOS ESCRITORES EN CURICO



Médicos en la literatura curicana
Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente

Es evidente el predominio de los profesores en la literatura curicana, aun así, se destacan diversos médicos que se han abstraído de las labores de salud, para escribir prosa o poesía, motivados  por la marca genética del arte. Auscultando esta convergencia de letras y extrayendo la figura de escritores médicos, detallaré a estos personajes que escriben desde su consultorio, o en el retiro de sus horas y que a veces realizan una incisión profunda en su observación mundana.

Empecemos por  Nicolás Palacios Navarro (1854-1911) nacido en Santa Cruz, cuando esta pertenecía al Partido de Curicó. Egresó de Médico Cirujano y deambuló en largos viajes por Europa, para escribir una obra monumental “Raza Chilena. Este libro realiza una descripción de  una conformación  fuerte y varonil, señalando los defectos y cualidades que nuestra raza y los razonamientos étnicos, por el cual fue blanco de crítica y halagos. En la Guerra del Pacífico sirvió como cirujano, esto le permitió salvar a su hermano Senén en la batalla de Tacna. 

Otro médico es su hermano Senén Palacios Navarro (1857-1927) que escribió dos obras, “Hogar chileno” y “Otro Tiempos”, donde narra las típicas tradiciones del pueblo chileno recordando costumbres, en cuya descripciones aparecen características de esa época. Otro médico fue Francisco Correa Correa(1865-1937) publicó dos obras: “El pobre” y “Cuestión Vinícola”. Por otra parte, Eduardo Moore Bravo 1865-1935), médico de vasta experiencia en por el mundo escribió: “Los rayos X en Medicina”, “Causa de la mortalidad infantil en Chile” y “Cirugía de guerra”. Alfredo Alcaíno Quinteros, nació en Curicó en 1890, escribió “La Sífilis y el sistema nervioso periférico” y “traslado de los embriones naso-orbitales”. Arturo Osorio Munita, nació en Curicó en 1899, hijo del Dr. Alberto Osorio Flores, que escribió “El Shock quirúrgico”.

De la última generación médica, destacan las viajeras crónicas de Hernán San Martín Ferrari nacido en Curicó en 1915, en  la Universidad de Chile, donde recibe el título de Médico Cirujano.

Su serio y profundo trabajo de antropólogo, le llevó a investigar sobre el hombre y la naturaleza, hurgando en sus orígenes, características y destino.

Como profesor universitario hizo clases en la Universidad de Hopkins en Estados Unidos. Una de sus primeras obras: “Viajes a través del Arte Universal”, obtuvo el Premio Municipal de Arte de Concepción en 1962 y de otro de sus libros, Neruda expresó: “San Martín, el doctor, es goloso de Chile, se mete en todas partes, descubre , revela y luego nos presenta su regalo: un libro devorador en lo que lo bueno y lo triste, lo multisónico, lo plural y lo singular de Chile se entreteje y deslumbra”....
Falleció un 21 de Septiembre de 2000, a sólo dos días de cumplir 85 años.

Dos voces avecindadas en Curicó, son José Ilic Toro nacido en Tocopilla en 1917,  es Norman Merchack quien lo invita a radicarse en esta ciudad, donde se desempeñó como Director del Hospital Base.

Fue  miembro de la Sociedad de Escritores “René León Echaiz” de Curicó. Fallece trágicamente en un accidente junto a su esposa un 9 de Abril de 2008. Nos dejó dos obras “Memorias de un médico rural” (1986) que contiene anécdotas junto al quirófano y en las mundanas atenciones de un pueblo chico  y “En busca del asombro perdido” (1997).

Norman Merchak Aspe
El escritor nació en Santiago el 8 de Diciembre de 1935, es conocido por sus artículos escritos en el Diario la Prensa, donde abunda la ironía del vivir cotidiano, de sus personajes, donde atrapa más de alguna enemistad. Posee una burlona actitud literaria en la que  emergen un sinnúmero de personajes y situaciones, a los cuales les busca una justificación humorística e irónica. Lo que sale de su pluma está libre de sensiblería y vanos temores.   Fue director del Hospital base de Curicó por 10 años, trayendo modernidad y buena atención a ese recinto hospitalario. Escribió “El Mundillo” y su contra versión “ A la sombra del mundillo”. No es un narrador de cuentos o novelas, más bien es un hábil articulista de lo cotidiano que tiene altos y bajos. Pero donde nadie le gana en lo sarcástico, para lo cual tiene maestría. 

Uno de los grandes aportes literarios, fue Humberto Correa Castillo con su “Historia de la medicina en Curicó”, libro que es una curiosidad histórica, donde narra los albores de la medicina en nuestra provincia, sobre médicos y sus anécdotas. De lo curioso se puede reproducir un párrafo que causó revuelo: “El día 5 de abril del año 1868, con el título de “Alarma” se publicaba en Curicó lo siguiente:…“ Ha sido degollado en el hospital de esta ciudad, un individuo joven i de buen estado de salud, sin más enfermedad que un tumor, no sabemos si en el pescuezo o en la garganta. Se dice que el infeliz ha muerto por no haberle hecho la operación  con el cuidado i tino que se requiere en dichos casos. El administrador ha oficiado al Intendente, quien obliga al médico delegado del protomedicato haga la autopsia..”

Otro caso que cuenta Correa Castillo, es la del médico Antonio Scharn cirujano con título en Breslau, Alta Silesia, que se instaló en Curicó, instalando la primera Botica de la ciudad en Alameda esquina Villota. Una parturienta se le agravó y falleció. La Indignación popular presionó a la autoridad y el juez lo encarceló, lo destituyeron de sus cargos y lo obligaron a abandonar el pueblo. Antes de irse, indignado, destruyó los medicamentos, frascos, ungüentos y regresó a Europa. Humberto Correa Castillo le puso sal y pimienta a las anécdotas médicas dejando un testimonio verdadero de documentación histórica.


Es muy saludable ver médicos intentando ser literatos, ya que es un arte propio de gente muy sensitiva y profunda, donde se prescinde de la lógica y de razonamientos frívolos. Algunos se han dedicado a la filosofía como una inquietud condicionada, pero en literatura, hoy solo sobresale Norman Merchack Apsé, recopilado en algunas antología y miembro de la Sociedad de Escritores René León Echaiz, donde tiene un fecundo quehacer, que ha culminado con el libro “ El peregrino y el vagabundo”.