domingo, 1 de abril de 2012

ANATEMAS ENCRIPTADO


Poética y estética de René Silva catalán



“El universo visto desde dentro, es luz;

visto desde fuera, por la percepción espiritual,

es pensamiento”. Rudolf Steiner.




1. Lenguaje y símbolos.


El hombre a través del tiempo, ha buscado la mejor vía para entenderse, para transmitir sus conocimientos, para comunicarse con sus interlocutores, para dar con la clave cifrada, en que un lapsus de transmisión mental, le permita encontrar la comunicación y el aprendizaje. Prueba de esto, son los elevados estudios de Semiótica, Semántica o los lazos sígnicos.

Tenemos por ejemplo a la Semiótica, que también es conocida como semiología o ciencia de los signos. Sus principales fundadores fueron el filósofo C. S. Peirce y el lingüista Ferdinand de Saussure. Ambos consideraban en sus teorías, la distinción fundamental dentro del signo entre la forma escrita del signo y lo que representa. La lógica de estos estudiosos supone un intento por clasificar los signos en función de la naturaleza que existe entre significante, significado y objeto. Estas teorías del significado influyeron no sólo en la lingüística, sino también en la teoría literaria , en la antropología y en el psicoanálisis .


Los signos pueden ser índices, iconos y símbolos. Según el tipo de vínculo que une al signo con su referente.

Toda instancia de reflexión, de análisis, de recuerdo, de autocrítica, de observación, de aprendizaje o de lectura, nos conduce inexorablemente por el sendero del lenguaje simbólico.

2. LOS POETAS



La poesía o más bien los poetas, abundan en nuestro territorio, hay de todos los portes, grandes e inmensos acantilados entre otros. La poesía actual se nutre de la experiencia humana transmitida por generaciones y no se está exento de retrotraernos a algún momento de lo creativo.

El caldo de cultivo en la actualidad, es la deshumanización, el materialismo, la indiferencia consumista, que dan espacio a una insubordinación frente a esta realidad. El poeta entonces, se rebela con evidencia estética atrincherado en sus propias contradicciones y sus palabras surgen como una imperiosa necesidad metafísica. Nietzsche quería derribar la metafísica tradicional partiendo de una frase profundamente metafísica: “Querer es ser original”. Nietzsche no entiende la voluntad como un deseo, sino como una fuerza. Bueno, el tuvo sus propias contradicciones, como los dadaístas de Tristán Tzara, ¿quien no las tiene?.

3. EL SIMBOLISMO DE ANATEMAS

Como ya lo dije antes, existe en este libro varias tendencias explícitas, partiendo por el nombre del libro: Anatemas. Tiene una connotación Gnóstica de conocimiento místico y con una definición contradictoria entre estar desterrado, exiliado, incomunicado

Toda la línea, extensa que rodea su libro, sus versos, sus ejercicios lingüísticos, las palabras, las metáforas poseen en elevado contexto simbólico. Pero cuando un poeta joven publica y libera los impulsos de su interior, surgen voces que hablan sofisticadamente de madurez y depuración o de búsqueda, pero, ¿me podrían decir que poeta está totalmente maduro en su trayectoria literaria o quien ha cesado en la búsqueda?

El arte nace de la intransigente insubordinación con la realidad. Realidad que la transmutamos en simbolismo, en claves existenciales que el lector debe descifrar.

4. LOS SIMBOLOS

La esencia de la sicología humana, nos dice que el hombre de todos los tiempos, está cargado de simbolismos.

La aparición del símbolo, es en sí de gran fuerza mística. Esta fe en el poder mágico de los símbolos, se mantiene hasta nuestros días en diversas regiones del planeta. Nadie se ha sustraído a esta ley universal del uso de los símbolos como un lenguaje universal. El simbolismo es el alma y vida, que nutre y anima el camino de la perfección en la búsqueda inicíatica.

La verdadera sabiduría, está contenida en el silencio y la meditación.

Las abejas laboran en la penumbra; el pensamiento trabaja en silencio.

El Símbolo como lenguaje es silencioso y requiere del silencio y la meditación.

En la escuela Pitagórica, el primer grado iniciático estaba regido por un sometimiento al silencio absoluto como un acto simbólico. Todas las escuelas filosóficas otorgaban al silencio la más alta disciplina conducente a las revelaciones o iluminaciones.

5. EL POETA Y SU ESTETICA

Sanbernardino es el poeta René Silva Catalán, publicado por Editorial Fuga, 2010, cuya aparición en los ámbitos literarios se debe a la expansión de la “Descentralización Poética”, una estructura orgánica de vates provincianos que van voceando por todas las ciudades y rincones de Chile, su proposición social.

Si bien está en trance de depuración, no carece de valentía para someterse al escrutinio de la crítica literaria y de la oteada que sus pares le propician. De lenguaje primigenio, va surcando en mensaje críptico o hermético mensajes de rescate, el dolor, la angustia, la fragilidad, la emotividad de la pérdida y de reencuentros simbólicos. Sus percepciones humanas se reducen a un eclecticismo esotérico desde el púlpito de la palabra. Anatemas, un libro de versos sugerentes en medio una ciudad de muertes y trascendencias, de rescates y olvidos: No es fácil vestirme entre los muertos/ para tomar tus trenzas de miel / con mi lengua en delirio/ no es fácil/.

De IGNEA NATURA y RENOVATUM INTEGRA, emerge el hombre de espaldas al universo, interrogándose sobre el dolor, de un ser querido que deambula invisible por las calles y alamedas, con una despedida pendiente y que con su palabra retiene .

El lenguaje y la propuesta estética está acorde con nuestras contradicciones diarias; Marcel Duchamp decía: “Me obligo a contradecirme para no repetirme”. Silva Catalán, rompe el equilibrio tradicional con ANATEMAS y ahonda en las plegarias esotéricas y sígnicas. El Esoterismo es todo lo que va al interior del ser, a los profundo de nuestras reflexiones y que se tornan sígnicas cuando queremos expresarlas. Irá mejorando el razonamiento de su propuestas y buscara pulcritud en su lenguaje.

Bien por René Silva Catalán, quien nos sorprende gratamente con sus primeros paso editoriales.

Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente