miércoles, 18 de mayo de 2016

CLAUDIO MALDONADO UN OBSERVADOR IMPENITENTE

SE ME PUSO LA PIEL DE GALLINA…
Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente

Hace muchos años que conozco a este pollito llamado Claudio Maldonado y es como si fuera de siempre y por coincidencia de apellido, estamos echando a la olla los mismos condimentos. Recuerdo allá por Agosto de 1996, cuando aparecía en el Diario La Prensa de Curicó, como una promesa literaria, época en que, de la poesía desemboca en la narrativa con el cuento “epitafio”.
Ya cursaba el segundo año de Pedagogía en castellano en la Universidad de la Frontera, mientras escribía los cuentos “cacatástrofe” y “El aguafiesta”.

Hoy llega nuevamente a esta tierra de los Gilbertos Sanger,( personaje creado por este autor) donde en verdad deja de manifiesto sus observaciones acidas e irónicas sobre aspecto sociológicos de nuestras oscuras pasiones. Dice sobre el personaje Gilberto Sanger; “que es un arquetipo del escritor cincuentón de provincia, que funda mesas regionales o comunales de literatura y que está al lado de gente que escribe muy mal y piensan que escriben muy bien, que publica y publica libros. La particularidad es que este tipo se da cuenta y asume que ha escrito una mierda y decide en ese momento, hacer algo por la literatura que sobrepase la mediocridad”

Era necesario dar a conocer esto, para adentrarnos en las propuestas estéticas y sociológicas de este escritor.
Jean Cassou, en su sociología del arte, asegura que la literatura debe  actuar en función social, es decir que nuestra observación va más allá de la materia, sino de nuestra proposición humana.

PIEL DE GALLINA

Nos hemos recluido hoy en esta sala, como pollos en busca del alpiste, nutriente que proviene del libro que hoy Claudio nos regala gentilmente, aunque no se olviden que está a la venta.
El libro procede de los soterrados sentimientos que hemos heredado del quiebre emocional, que el Golpe de Estado que dejo varias generaciones truncas. El libro está narrado en primera personay el autor está inmerso como actor, protagonista, emocionalmente, donde desarrolla una narración en el absurdo y la ironía, esto ya me recuerda a Inonesco. El principal personaje es un profesor, Lizardo Mergarejo en trance mental, en un colegio de Aplicación Avícola, donde los alumnos son pollos. La obra es polluna y es como un poblado en sentido simbólico, desde donde emerge la crítica social. En un pasaje recuerda a  ”Saludino Espinoza, un personaje real  que representa un pasado oscuro, al que llama maricón sonriente”. ¿Cuándo de ellos hay en la realidad cotidiana?.Un sinnúmero de personajes y situaciones a los cuales les busca justificación humorística e irónica. El libro es una propuesta seria. Es el macondo que todos hemos vivido en algún colegio o institución. Para construir esta novela, que no se las puedo contar por razones obvias, recurre a elementos punzantes, pero no menos reales. Me pregunto: ¿Cuántas veces  habrá acompañado el autor a sus propias víctimas? Ya que el trasfondo es muy potente socialmente, que basada realismo mágico o fantástico, usa la ironía como principal fuente de comunicación.

La ironía es un arma poderosa. Con ella, se desinflan los globos de la fatuidad y su concomitancia, la tontera grave. La vida está conformada de tal manera que las situaciones traumantizante, se deslizan por la pluma del escritor ávido de recomponer la realidad.

Las líneas desprendidas de sus observaciones, parecen sopladas al oído, como para reírnos a hurtadillas. Es como una copucha intelectual. Evidentemente, no identifica, lanza dardos al azar.
Claudio Maldonado: “Es hombre de convicciones profundas, pero no fáciles. Cuando se  carece de convicciones, lo humorístico queda en lo chistoso, en lo festivo. El Quijote es un libro humorístico, pero no cómico. De allí que para el lector avezado, acuse gran tristeza. El humorismo es en esencia una actitud vital, que muchos confunden bajo el manto jubiloso de la risa. Lo festivo, lo cómico, es una gracia para hacer reír. Lo humorístico, es una es una gracia para pensar.  Y aunque parezca redundancia, cuando el hombre piensa, descubre la seriedad; y el superar esta seriedad, llega al humorismo, que es una seriedad  profunda. El humorista analiza la vida y todo análisis es una petición de principio a la esperanza.

Lo que sale de la pluma de Claudio Maldonado  es de una generosidad observativa, libre de sensiblerías y vanos temores. Abomina de las mezquinas hipocresías y  de los escrúpulos fingidos.
Claudio, nos sugiere una actitud de fina ironía y aguda. Es un gesto de denuncia dirigida al antihumanismo de actitudes pueriles y destinadas a llamar la atención con desprecio de todo avasallamiento y ostentación.
 Distinguir entre una actitud y otra es nuestra misión y ambas están en el libro “PIEL DE GALLINA”.

En  sus mordaces observaciones, hay  una profunda rebelión moral y por eso es capaz de reproducir la imagen de lo que le impresiona. Entonces, su estética es lejos de una calidad literaria, un provocador óptico que compacta actitudes, para transformar al lector.

Es evidente que muchos personajes convivieron  con él y quizás el mismo este inmerso en ellos, tal vez nos diga: Confieso que he sido pollo y ya estoy  pensando en la jubilación. Debo agregar que esta novela, “me puso la piel de gallina”….

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