domingo, 9 de junio de 2019

UN ESCRITOR INFLUYENTE, OSCAR CONTARDO SOTO.


OSCAR CONTARDO, CRONICAS ANUNCIADAS.
Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente.


Periodista titulado en la  Universidad de Chile.
Es autor de los libros   La era ochentena” (2005), en coautoría con Macarena García, luego vino “Siútico”  (2008), y ahora “Raro” (2011). Se desempeñó en la sección Artes y Letras de El Mercurio, en la  actualidad colabora en La Tercera, con una columna dominical y en el suplemento El Semanal.

 

SU OBRA
No es necesario clasificarlo con erudición o definir su perfil literario, porque este periodista que hoy pasa a ser un orgullo curicano, al lector le vasta leer sus novelas o crónicas referidas, para formarse una idea de su filosofía personal. Oscar Contardo nació en Curicó un 16 de Mayo de 1974, hijo de Carmen Soto Sepúlveda quien fuera una reconocida mujer en el ámbito social de la ciudad y de José Contardo Rojas.

En 1968, cuando fallece el escritor Joaquín Edwards Bello, de igual modo desaparece el cultivo de un género muy especial de crónicas sociológicas, que narra el perfil de una sociedad con sus defectos y cualidades, en su naturalidad. En alguna oportunidad se dijo de los escritores: “son tributarios del pensamiento europeo en el sentido más vulgar”. Allí es donde Edwards Bello salió a relucir su originalidad y chilenismo.

Oscar Contardo surge estos últimos años con una fuerza inusitada, original, imaginativa, analítica e investigativa, que remece la conciencia y el espíritu actual de nuestra sociedad. Su anterior libro"Siútico", deja de manifiesto la actitud del escritor ante la sociedad, realizando referencias de una línea investigativa, por la que sin tapujos nos grafica los peores defectos de la relación humana y su discriminación cultural. Con manifiesta valentía, va deshojando hechos y diferencias humanas, en una falsa categoría de seres. La autenticidad, la verosimilitud con la realidad nacional, representa el sentir de la nacionalidad y los defectos más connotados al adentrarse en las líneas de este libro. Con  "Siútico" se ganó un espacio importante entre los grandes de la literatura nacional actual, por lo que su voz, ya es la de un interlocutor autorizado para cualquier análisis de nuestras realidades.

Hace pocos días, lanzó el nuevo libro “Raro”, que habla sobre la homosexualidad sin poses, sin prejuicios, como abriendo la olla de las apariencias, aunque no he leído dicho texto, informado por otros análisis, pero como dice el autor: “La mentalidad chilena es un reflejo tardío de lo que sucede en Europa y que Chile de principios del siglo veinte, veía el tema de la homosexualidad como un tema psiquiátrico, de individuos enfermos; pero que en este siglo veintiuno, paso ser parte de los derechos civiles”.
El libro posee una serie de referencias y anécdotas descarnadas, sobre una realidad que no hemos palpado o aceptado con la naturalidad que debemos tolerar en una dimensión más humana.

Es más importante este libro, que muchas discusiones que han rondado sobre el tema.  Por esto es que afirma: “ Las personas , muchas veces, se dejan llevar por el morbo y terminan repitiendo las mismas conductas que dicen condenar”.  Evidentemente que Contardo asesta un duro golpe a la conciencia de la sociedad actual, entre los que me incluyo, cuya percepción raya en el prejuicio de una condición humana que ya es un problema de de derechos sociales.

El Libro “RARO”, condensa una historia sobre el tema de la homosexualidad desde las manifestaciones bíblicas a la actualidad, basado en una abundante información e investigación seria, profunda y concluyente. La base de su investigación, demuestra la variedad de ideas y prejuicios que sobre el tema, se han convertido en la base de persecución e intolerancia a individuos en estas condiciones.

Un libro rápido, documentado y trascendente que debemos leer.

sábado, 8 de junio de 2019

JUAN JOFRE BUSTAMANTE, UN POETA QUE VUELA EN EL VIENTO


ARRECIAN VERSOS EN EL VIENTO.
Escribe: Samuel Maldonado de la Fuente

En un día de abril, cuando arreciaban los vientos de otoño, mi buen amigo Juan Jofré Bustamante, me cuenta como, en un viaje por el viejo mundo, le hizo mirar el panorama misterioso y sugerente de una catedral y como el viento serpenteaba sobre su rostro. Este acontecimiento preferente le trajo invocaciones a su mente poética, con aires de evocación y desarraigo, trayendo la inspiración cultivada por la nostalgia del pasado. Un tema que merece ser consignado. El autor más dado a penetrar oídos sensibles y social, ahonda en el misterio del tiempo, reconstruyendo con vientos ancestrales, lo que percibimos de una realidad ausente.
Juan Jofre recrea en un juego poético, la atípica, profunda y sincera versificación, que aspira a recorrer el tiempo, con la libertad que le da al hombre la posibilidad de optar por reconstruir la memoria del lar, el hábitat y la esencia natural de su tierra, mirada desde la lejanía.
“Los Vientos”, es el nuevo título de su última obra de 12 poemas y una extensa sub-numeración de versos, donde existe una rememoración de hechos y personas, con una belleza poética:
4.
“Siempre hay esperas
Yo esperé a Dios en las promesas
Sobre los pájaros y la tierra
Bajando a la raíz de los recados:
Me convencí del sonido de las palabras
Que traía el agua a las raíces y
Cada día era un anuncio dulce creado
Por los hombres en esa eterna
Noticia del pasado.”

En tierra de nadie, o quizás una tierra imaginaria o simbólica, el poeta se dispone a rememorar, por primera vez, la auténtica historia de su vida. Una historia que únicamente él conoce y que ha quedado diluida en los vientos del sur. Aspira la brisa que viene de la lejanía y fluyen los versos, como un músico que compone acordes. Es la música interior que tienen estas proposiciones como sus creencias que estructuran la visión del mundo, presentes en sus textos poéticos.
El poeta nos entrega la posibilidad de la libertad creativa.
“El viento indiferente
Canta con todos los sonidos
En la mañana su garganta nueva
Abre la aurora nacida.”

Nos canta con una capacidad opcional, para identificar los valores humanos desde su desgracia. La vida pasa a ser esencial ante su atropello, la vida le da sus propias líneas para defender, simbólicamente, al hombre de su cruel realidad. Nos entrega un resguardo a futuras masacres en el poema: “Decreto”. Y vuelve a reencontrarse con las evocaciones:

“Hermano la distancia no es más que los recuerdos
aceitados en los vientos de los días
cayendo rápidos como golpes inesperados….”

Estos textos poéticos se centran en el código estético, donde la memoria, la familia, los amigos, la tierra, emergen simbólicamente desde las penumbras del recuerdo. Un libro de abundantes visiones láricas, que fortalecen su oficio de poeta concluyente y necesario.


Al seguir rastreando las profundidades de nuestro poeta en estos diversos tópicos intimista, descubrimos su percepción temporo-sensoriales como una caja que resuena al impacto de distintos estímulos. Hay angustia, evocación y sensibilidad perceptiva. Los dos últimos rasgos que definen la personalidad de nuestro poeta en estado de angustia propio de todos los estímulos imaginables, aunque siempre en un plano profundo, místico del entorno que le rodea. Al abrir espacios a los sentidos, se nos presenta como un hablante aparentemente impresionable, pero sabiendo de su trayectoria social mantiene sus grandes pasiones o una profundidad reflexiva, que la transforma en un mensaje sutil de la realidad de su terruño y de la esencia local.

Juan Jofre es un buen poeta, reconocido por su conducta ética ante el sentido de la vida que supera la desgracia y el dolor de una sociedad avasalladora e inhumana. Su poesía abre los límites del tiempo por los sondeos en el laberinto del alma humana, allí se acomoda y emana esos versos profundos y decidores que lo tienen como un poeta concluyente, cuando su propuesta eleva los cánones de la vida. Su arte, es el simbolismo de la conciencia social, de la cual arrecia una ventolera de sílabas y palabras, que se dispersan en el aire como las aves de otoño, y nos traen nuevas esperanzas en cada libro.