miércoles, 9 de enero de 2008

EL ARTE EN BUSCA DEL ESPIRITU

EL HORIZONTE PERDIDO


A partir de finales del siglo XX, se produce una sensación de espanto. Ha sucumbido el sentido más preciado del ser humano, el espíritu. Es en esencia la vitalidad principal de los artistas y de la sociedad, la formulación del existir en toda su sensibilidad y plenitud.

Durero sostenía que la naturaleza estaba a disposición del arte para ser copiado, en cambio Kandinsky sostenía que en esencia el arte era algo espiritual. La relación del arte actual, está marcada por el snobismo figurativo, es decir, cada día más artistas crean en función del mercado, sin contenido social, sin contenido crítico, sin profundidad espiritual.

El materialismo consumista, está derrumbando los sueños del hombre y el mito va quedando en la memoria histórica. La palabra arte es una palabra mágica, pero se ha separado de la creación, se ha hecho independiente. Es la palabra arte la que da elevada consagración a una obra, porque sin esta palabra arte, las obras siguen siendo obras que no incitan a nada.

En cuanto al espíritu del arte, Cézanne daba paso al análisis de la pintura en la naturaleza muerta y el cubismo no es concebible sin ella. Munch y Kandinsky desarrollan su obra al margen de estos, donde su pintura se remitía al mundo, cuyas raíces están en la literatura, la filosofía, la religión y el mito. Es decir que en el arte, una piedra puede causar un inmensa conmoción, si se acepta desde este punto de vista, pues en cuanto a la percepción, se remite a algo que está detrás de ella.
El arte se hizo vehículo de proyectos mitológicos, especialmente durante la época del existencialismo. La vivencia artística no necesitaba de la obra de arte, sino el marco del arte.
Las mejores obras artísticas han estadas siempre plenas de libertad, de espíritu mítico que vagaba en los intensos tonos de una tela, en las meditaciones celebrando la liberación definitiva de la representación. De esta manera la búsqueda sin pausa del mito, recrea el espíritu real del arte.

El rigor nos debe conducir a rehacer la tarea de dar vitalidad social a las obras, pictóricas y literarias, percatarse del drama humano, dar pasos para salvar al hombre del materialismo consumista y de políticas erradas. Los artista han paso de siervos de la teología a esclavos del mercado, es decir, ¿ estamos todos esclavizados al materialismo consumista?

1 comentario:

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Le recomiendo leo en mi blog Sujeto y Sociedad mi artículo "De vuelta a la Matrix - Contrariando a Slavoj Zizek", donde se plantean respuestas a su angustiosa pregunta, y donde planteo que como la Matrix (la película) la ideología del Mercado –no el mercado, sino su ideología- se torna hegemónica y tiende a someter cada aspecto de nuestras vidas; incluso aquellas dimensiones que quizás nunca deberían medirse por la competencia o la racionalidad mercantil, como el arte.