"Suban en espiral al cielo ansioso de una luz,
nocheros de diciembre;
tras los adoquines clandestinos de la calle
dos o tres seres nibelungos
crean el pasado sustancial..."
nocheros de diciembre;
tras los adoquines clandestinos de la calle
dos o tres seres nibelungos
crean el pasado sustancial..."
La pluma labial.
Entonces. Ya nadie supo si juego había terminado.
Simplemente se sintieron presa de una fatiga
o de una especie de desasosiego y de un juego fenecido.
Esmerejildo divagó entre arcaicos razonamientos circulares;
Rudecindo, se embobó con ditirambos turbios.
Lucinto, desmalezó las monsergas lépticas
que tanto hedían dolando.
Soselio se desfloró de la soberbia.
Entonces, una tarde de mil novecientos y tantos,
cuando las alubias todavía no florecían
llegaron a juntarse en una noche de nubarrones de la soberbia.
Entonces, una tarde de mil novatisbando
entre licorinas silvestres y magnolias, atisbaron laureles siderales.
Pero un vaho nemoroso despertó los laureles
que atesoraban como lápidas neutrales
que noctilaban en el vuelo
los rostros añosos y tranquilos.
Observaron sus barrigas y su grasa.
Sonrieron como noctilucas aterciopeladas
...y devienen en preguntarse sobre filosofíacas ortopédicas.
¿Qué mierdas es esto? se preguntan.
Sin horror, y mientras sorben los tragos del devenir,
los gordos sibaritas transudados de goce,
se miran una vez más y no descubren nada más que su gordura.
Al amanecer, cuando se despiden en la puerta de mármol,
Evaritzu el chofer, se apresta a llevarlos a sus respectivas casas,
Esmeregildo se vuelve y pregunta:
¿ No creen que hemos bebido mucho y estamos demasiado gordos?
...Estas interesado en este reloj por cincuenta lucas.
Por eso ¿ Cómo es posible que el ser humano
este dispuesto a aceptar
que el computador resuelve lo mismo.
Por lo que se puede deducir,
dados de goce, que el computador
resuelve lo que no puede fallar.
A parte de eso, determina
que puede llegar a fallar algo, que no prensamos.
Un computador perfecto va a descubrir lo que se rige.
Soselio interroga los muros per sona barroco cobrizo.
El teórico non está aun donde la huella perdi.
Arde vinoso gargan torbellino, viento soplando.
Todos dagados nibelan su angustia y apuntan pistilos errabundos.
Un fraile soma su cruz desde una mollera que reza a vientos.
Una pluma tactil disfraza anaqueles.
No abuses del futuro del cual no tenemos suficiente información.
Soselio, Esmerejildo, Rudecindo y Evaritzu
van viento abajo hacia el sur del norte
entre montan y desván, silvinos de nostalgustia
recorriendo alcantarillas memorosas.
donde unden los escritos ocultos al atardecer.
(escritos de la noche en idoma oculto: continuar mientras se pueda)