miércoles, 26 de agosto de 2015

ODA A LA PISCOLA

Oda a la Piscola
autor. Samuel Maldonado de la Fuente

Mulata del atardecer
encandilada por la muerte de la luz estival,
tu ojos pardos incitan al placer,
mis dedos ansiosos
en tu cintura transparente,
conjugan la melodía de mis labios.

Observo tu cuerpo oscuro
el incitante interior congelado
en los eternos hielos del placer.

Mulata de extrañas latitudes
mezcla de tinieblas y de luz
has vaciado el néctar transparente
que hace al hombre extasiarse de sueños,
en la plenitud de la noche oscura.

Eres una mezcla de lejanas pócimas
agua de manantial de vides,
sangre turbia de ensoñaciones nocturnas;
te vendes con la facilidad de las rameras.


Mulata etiquetada para el placer,
posees las mareas de altamar,
donde hasta la vecinas tienen su gracia,
y la mujer de tu amigo recibe su encanto
eres un néctar que adormece la tarde plena.

Tu alma viene separada desde el infierno
que nos pille confesado la segunda botella,
alguien riega hasta las plantas con anís de mono,
el ron lo toman los pitucos porque esta de moda,
el whisky parece pichi de siúticos,
pero la Piscola tiene el alma
de un pueblo embriagado por el amor.